Desplazados en el paraiso. Poesia de Antonio María Florez from GLORIA RODRIGUEZ on Vimeo.
En la densa selva de la poesía hispanoamericana actual se destacan algunas voces de notoria obra, las ya consagradas de Mutis, Rojas, Cisneros, Montejo y Aridjis como ejemplos señeros. No obstante, al interior del continente se cuece una nueva generación que tiene significativa presencia en México, Perú, Chile, Argentina y Colombia, especialmente en esta última nación, donde los populosos festivales internacionales de poesía de Medellín y Bogotá han propiciado un masivo interés por los poetas y sus decires: Roca, Cote, Bonnet, Ospina, Robledo y Junieles son asiduos de estos eventos, en los que comparten espacio con relevantes figuras de otros continentes y se muestran como cultores de una poesía de alto vuelo que cada vez se valora más en España.
Ciertamente poco visibilizado en los medios nuestros, Antonio María Flórez deviene como uno de los más gratos e incómodos exponentes de una nueva poesía cada vez más comprometida con la cruda realidad colombiana. Su libro Desplazados del Paraíso (segunda edición en España de la Editora Regional de Extremadura, 2006) es una luminosa reflexión sobre el desarraigo y la muerte, sobre las causas y los efectos de todas las violencias, que nos muestra a su autor como un lector sensible de la realidad, que revalora la imagen bella como esencia de la poesía y dota a su verso de una poderosa capacidad narrativa.
Esta obra obtuvo el Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá en 2003 y fue considerada por las revistas colombianas Semana y Diners como uno de los diez libros del año en Colombia en 2004, al lado de las de notables figuras como García Márquez y William Ospina, y agotó prontamente su primera edición allí. Letralia, la reconocida revista virtual del venezolano Jorge Gómez Jiménez, le ha dedicado generosos espacios a esta obra y a su autor.
Flórez, español de nacimiento pero colombiano de adopción, se nos muestra como un autor que conjuga un amplio arsenal de recursos estilísticos que denota un cuidadoso trabajo formal de pulimiento que no desmerece del carácter reflexivo de sus poemas, del compromiso de su obra con el ser humano y de su llamado a la reconciliación y a la construcción de un mundo ajeno a los exilios forzados. Con precisión de cirujano destaja la carne y el alma de los desplazados y nos muestra las entrañas del dolor y la muerte, del amor y del odio, de estos seres que no suelen ser más que meras anécdotas estadísticas en los medios de comunicación. Los cayucos africanos navegando hacia Canarias en pos del paraíso soñado de la Europa del bienestar, es la imagen que se nos antoja más cercana a la de los desterrados colombianos, tocando a las puertas de la gran ciudad que los aturde o el mar que los engulle, sin ser nunca la Ítaca anhelada, el paraíso sustituto de sus sueños preteridos.
Tenemos pues ante nosotros una obra de hondura, que nos muestra una voz distinta y madura, nacida en la invisibilidad del bosque de la nueva poesía hispanoamericana, que ojalá sea adecuadamente valorada en España porque, al menos en este libro, invita al merecimiento de abundantes y cómplices lectores.
1 comentario:
Absolutamente conmovedor, el texto, los comentarios, las fotos, 'todo!
Carlos Rekarte
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